lunes, 18 de febrero de 2013

Circuito Btt - Crónica Riopar

Momentos previos a la salida
En la mañana de ayer domingo, tendríamos cita con una de las pruebas más deseadas de todo el calendario, la que se celebra en la localidad de Riopar.
Seríamos un total de 380 los participantes que nos daríamos cita en el evento, entre todos ellos 17 miembros de nuestro Club, y por delante un trazado de 38 kilómetros, si bien, pese a la escasa distancia, tendríamos que superar un desnivel acumulado positivo de 1150 metros, lo cual es un claro indicativo de la dificultad física del recorrido, si bien la dificultad técnica la podríamos calificar como media, puntualmente algo más elevada, en tramos concretos del recorrido.
Pese a la sucesión de días invernales que veníamos teniendo en las semanas previas, la mañana del domingo amanecía en Riopar fría, con tan solo 1-2 grados, pero la ausencia total de viento la hacía plácida y muy apacible. El sol trataba de abrirse hueco entre la niebla, si bien ésta poco a poco cubría la mayor parte del montañoso y bello Valle de Riopar.
Así, en éstas condiciones, a las 10h de la mañana se da el pistoletazo de salida a todos los participantes.
De salida tendríamos una pequeña vuelta de unos 2 kilómetros a Riopar, durante ésta tendríamos que superar un empinado repecho, siendo ya desde el mismo inicio los dos corredores profesionales del WildWolf-Trek Proracing, Fran Pérez y Juan Pedro Trujillo los encargados de poner el ritmo en cabeza.
Primeros kilómetros de ascensión
Así, el inicio desde las mismas calles del pueblo, se hace de forma explosiva, lo cual propicia que ya desde los primeros metros el gran grueso de participantes quede fragmentado en multitud de grupos, y que cada participante se inserte en cada uno de ellos, en función de sus aspiraciones y capacidades físicas. Pero pese a la dureza impuesta, esto no ha hecho más que comenzar, y por delante tendríamos que superar como primera dificultad el Puerto de las Crucetillas, de unos 13 kilómetros de longitud, más de 700 metros de acumulado, y que nos llevará a superar los 1500 metros de altitud.
Así, los primeros kilómetros de ésta subida discurren por pista ancha y en buen estado, el ritmo es alto, cuartelero en la mayoría de los casos, en el umbral del dolor y el sufrimiento, ése esfuerzo máximo pero medido que nos permite escalar a buen ritmo pero que no nos quita el aliento, ese que necesitamos para lanzar nuestro cuerpo y nuestra bici, metro a metro, pedalada a pedalada. Superamos ésta primera parte dura y nos lanzamos en un ligero descenso, pero es una pequeña tregua, y enseguida enlazamos de nuevo con el Puerto. Aquí cambiamos de firme, la pista ancha por la que transitábamos, pasa a ser camino estrecho y abrupto, los desniveles aumentan a la vez que lo hace la dificultad del terreno, aparecen los primeros tramos de barro, nada destacable y que resulte insalvable, pero todos éstos factores juntos hacen que nuestro pedaleo se vuelva más sufrido y esforzado, los metros de desnivel y de subida, pesan como losas, quizás, al que más y al que menos, el terreno duro y exigente que superamos ahora, nos valla recordando los alardes de fuerzas que fuimos haciendo al inicio del recorrido.
Adrián subiendo un duro repecho del final del Puerto
Continúa nuestra escalada por las lomas del Puerto de las Crucetillas, al igual que aumenta la dureza, con ella también la belleza del entorno y el recorrido, el camino pasa a ser senda más adelante, nos introducimos ya de lleno entre los arbustos y pinos. El terreno, se encuentra húmedo y compacto, se disfruta de cada metro, aunque el barro aparezca en ocasiones, en general, el terreno se encuentra en óptimo estado.
Concluimos nuestra escalada por senda, los ánimos del público que ha subido a vernos hasta arriba nos llevan en volandas los últimos metros, y salimos a la carretera del Puerto. Por ella transitamos durante unos dos kilómetros, el collado de las Crucetillas se puede ver al frente, el final se intuye cerca. Coronamos el Puerto y por caminos nos dirigimos hacia el Cortijo del Manojal. Llegamos a la barrera de los 1500 metros, la nieve, en algunos puntos de hasta dos palmos, hace acto de presencia, trazamos con cuidado y viveza, controlando o tratando de controlar cualquier reacción que tenga nuestra bici sobre la nieve, helada en gran parte de éste tramo. Pero el carril trabajado por la organización nos facilita en gran medida las cosas, una experiencia nueva, una sensación única y bonita, distinta para la mayoría.
Así llegamos al mencionado Cortijo y nos lanzamos en un largo e impresionante descenso de vuelta hacia Riopar. En un inicio las pendientes son importantes, varios escalones de roca y piedra nos hacen extremar las precauciones, pero enseguida el desnivel disminuye ligeramente, el sendero se vuelve rápido y limpio en la mayoría de sus zonas, disfrutamos de las sensaciones que tenemos sobre nuestra bicicleta, un merecido premio al esfuerzo que nos llevó arriba del Puerto.
Así concluimos éste descenso, pasamos de nuevo por Riopar, con algo más de 20 kilómetros, y ponemos rumbo hacia la segunda parte de la ruta.
Miguel en uno de los tramos de senda
Nos dirigimos hacia el Campamento de San Juán, por una empinada y dura subida por camino, que más tarde volvería a ser senda, la cual, de nuevo, y en la línea del terreno que tenemos en Riopar, es una auténtica delicia, que nos lleva al contacto directo con la naturaleza y que nos hace disfrutar de cada metro. Atravesamos la carretera que va hacia los Chorros del Río Mundo y cogemos de nuevo otro sendero que transita paralelo a ésta y que nos hará llegar y superar el otro Puerto de la jornada, en éste caso el del Arenal a 1100m. Durante éste tramo los desniveles son medios, la senda se encuentra en perfecto estado, metida entre la vegetación del bosque, cogemos de nuevo ritmo, las piernas ya no llevan la chispa del inicio pero poco a poco el ímpetu de nuestro pedaleo nos hace de nuevo superar la pendiente y la montaña, seguimos disfrutando del terreno, de la ruta y de un entorno privilegiado y…coronamos.
Lo más duro de la ruta sabemos que ya ha pasado, en nuestro descenso, primero por pista, nos encontramos algún repecho, alguna ligera subida, pero volvemos a las sendas, seguimos disfrutando a la vez que nos deslizamos sobre la montaña con nuestra bicicleta. Los últimos metros están cerca, llegamos de nuevo a Riopar y, orgullosos y contentos, terminamos.


Mikel y Leo, al terminar la prueba
A nivel deportivo destacar por encima de resultados individuales el gran papel realizado por nuestro Club en su conjunto, logrando meter entre los primeros 50 a los 5 integrantes que puntúan en la clasificación por equipos, así como otros componentes que ayer estuvieron a un buen nivel.
También destacar el triple podio que obtuvimos de nuevo ayer, con Lourdes González como 1ª en Master 40, Antonio Toral 2º en Master 30 y Pilar González 3ª en Elite.
Resaltar también por otro lado los tres 4º que obtuvimos ayer con Adrián López (a 2´´ del 3º Sub23), Francisco García y Octavio Paya, los cuales estuvieron a un paso del cajón y que de haberlo logrado hubiera sido todo un éxito para nuestro joven Club, enhorabuena también a todos ellos pues sin duda os lo merecisteis.

Los resultados detallados han sido los siguientes (a falta de actualizarlos con Juan Santos y Juan León López que también participaron):




Podio M40
Podio M30
Pilar 3ª Elite
Para finalizar, aunque no por ello menos importante, dar la enhorabuena a Riopar por la gran mañana y gran ruta que nos han preparado. Con un gran trabajo en lo alto del Puerto de las Crucetillas para poder dejar un carril practicable entre la nieve. En esos y otros detalles se ha notado el cariño y el empeño con el que han trabajado para que todo saliera bien.
Enhorabuena!!!


Comida en el Restaurante Los Bronces de Riopar


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