jueves, 3 de mayo de 2012

Circuito Btt - Crónica Alcalá del Júcar 2012


El Circuito Btt 2012 prosigue su curso siendo esta vez la singular y bella localidad de Alcalá del Jucar la que acogería la que ha sido la 12º prueba de la presente edición, disputándose el pasado día 1 de mayo debido al aplazamiento por las lluvias caídas el pasado sábado, día que en principio estaba previsto para su celebración.
Así pues, el martes amaneció un día fresco pero soleado y sin amenaza de lluvia nos dábamos cita en Alcalá del Júcar un total de 564 bikers para disfrutar de uno de los trazados más atractivos y bonitos de todo el calendario, y que pese a las modificaciones realizadas para adaptarse a la reglamentación de 2012, para nada resultó un recorrido mermado o deslucido respecto a lo que habíamos venido viviendo en ediciones anteriores.
Instantes previos a la salida
A las 10 de la mañana en punto se daba el pistoletazo de salida, de inicio recorreríamos durante varios kilómetros la rivera del Río Jucar en dirección Tolosa, estos primeros kilómetros discurren por camino en buen estado, sinuoso y rompepiernas, pero sin la dureza necesaria para desmembrar el gran pelotón de ciclistas. El ritmo desde el primer metro es intenso, hay ganas desde el mismo comienzo, y los primeros “apretones” y cambios de ritmo nos van sirviendo a todos los participantes para “testar” un poco nuestras fuerzas y ver que tal estarían nuestras piernas para afrontar los momentos decisivos que nos vendríamos a encontrar más adelante.
Así llegamos al puente que nos da acceso a Tolosa, y aquí cogemos durante varios kilómetros una carretera estrecha, muy similar al camino que llevábamos en un inicio, pero en el margen opuesto del río. En cabeza el ritmo se ralentiza considerablemente, y nadie asume el mando de la prueba en este momento, creo que todos vamos pensando lo mismo, el “primo hermano” del Tranco del Lobo está cerca. Cruzamos de nuevo el río, marcha el kilómetro 11 de la ruta, y de golpe y casi sin aviso comienza esta primera dura subida.
Miguel García en pleno esfuerzo
Se arranca desde abajo a bloque, ya no hay lugar para pausas ni treguas, la escalada se realiza por camino/pista en buen estado, con porcentajes medios de en torno al 7-8% que permiten sacar toda la fuerza que acumulan nuestras piernas, el ritmo es intenso, máximo en la mayoría de los casos y, como en muchas de nuestras “batallas” más épicas, nuestro pedaleo es impetuoso, situado en el umbral del dolor y el sufrimiento. Los metros pasan y de nuevo se impone esa ley no escrita de que cada uno ocupa su lugar entre el gran grupo, esa ley que describe la capacidad que nos dan nuestras propias fuerzas. El gran grupo se rompe en mil pedazos y cada participante, con sus pretensiones y objetivos, se sitúa en uno de estos múltiples grupos que poco a poco ganan terreno y van superando la pendiente a la montaña.
La parte final de la subida se hace de rogar, pero tras varios tímidos descensos que nos dan algo de aliento, llegamos al kilómetro 20 y coronamos esta primera subida.
Alfonso en uno de los tramos técnicos
A partir de aquí, cambiamos de rumbo, caminos y pistas nos llevan de vuelta a los cañones del Júcar, terreno rápido y rodador, de transición. Así llegamos a la primera de nuestras sendas la cual es de bajada durante sus primeros dos kilómetros. La senda es preciosa, rodeados de abundante pinada, el terreno se encuentra húmedo, compacto, en inmejorables condiciones, lo tenemos todo para disfrutar y…lo disfrutamos. Concluye este primer tramo de senda en descenso y llegamos rápidamente, de nuevo, a la orilla del Júcar para coger aquí de nuevo otra senda, esta vez sería la que se ha venido realizando los últimos años pero en sentido contrario, por tanto, esta vez la realizaríamos remontando el curso del río, y sería físicamente más exigente que años anteriores, ya que se alternan subidas y bajadas, pero la tendencia es constantemente de subida. Durante este tramo disfrutaríamos de algunos de los momentos más bonitos de todo el recorrido, pero la exigencia técnica del trazado nos obligaba a tener puestos todos nuestros sentidos, en cada frenada, trazada, arrancada y desarrollo.
Concluimos este tramo de senda y cogemos el camino por el que comenzamos la prueba, pero esta vez para dirigirnos de regreso a Alcalá. 
Grupo de cabeza en el inicio de la subida al Castillo
Cada participante marcha más o menos en su lugar natural en la prueba, la exigencia física y técnica ha realizado la criba correspondiente, pero el atractivo de la ruta no había concluido y, a ritmo de crucero, llegamos de nuevo a Alcalá para cruzar de nuevo el río y comenzar, por sus propias calles, una vertiginosa y explosiva subida. Se podría calificar simplemente como espectacular esta “trialera urbana”, revirada, empinada y absolutamente impredecible, nos hace sufrir y disfrutar a la vez, una prueba de fuego para nuestras piernas que realizamos por calles estrechas, con innumerables curvas de herradura, a través de todo tipo de firmes, adoquinado de piedras, escalones, cemento y asfalto, testigos todos ellos de nuestro gozo y esfuerzo. Llegamos a la parte alta de Alcalá, más allá de la propia altura de su castillo y nos lanzamos ahora en un vertiginoso y no menos espectacular descenso, difícil describir con palabras tanta emoción enlazada en tan poco tiempo, simplemente, hay que vivirlo.
Diego y Juanma, últimos metros del descenso urbano
Concluimos nuestro descenso y tras cruzar el famoso puente romano y la “playeta” empezamos nuestra última subida a las Casas del Cerro. Seguimos disfrutando de cada centímetro, de cada metro del recorrido, el cual resulta intenso y bello, hemos pedaleado con ímpetu durante toda la ruta, pocas cartas más podemos poner ya encima de la mesa, pero nuestras piernas guardan todavía un último cartucho, un último esfuerzo para superar de nuevo esta última subida, la cual realizamos y disfrutamos con sus, ya familiares, curvas de herradura.
Coronamos y ya estamos en las Casas del Cerro, y sin pausa ni descanso nos dirigimos casi de inmediato en un último y, por momentos, muy técnico descenso, y así, disfrutamos de nuestros últimos metros, entramos de nuevo a Alcalá del Júcar, la meta se intuye tras un último giro, y…concluimos.

Poco más puedo añadir a lo descrito anteriormente, una ruta espectacular, en un marco natural privilegiado, con una organización perfecta. Desde aquí felicitar a Pedro Tolosa como máximo responsable y organizador, a su hijo Javi y a todas las personas, no solo de Alcalá del Júcar, sino de todos aquellos sitios que con su esfuerzo e ilusión hacen que el Circuito Btt sea una auténtica fiesta del deporte y de la bicicleta, enhorabuena a todos ellos.

Respecto a los resultados deportivos, destacar los dos podios conseguidos, uno de ellos el de nuestro compañero Diego Vazquez, que por primera vez se sube al cajón esta temporada, y el otro el de Antonio Toral el cual ha significado la segunda victoria para nuestro Club en la presente temporada.
Nuestros resultados detallados son los siguientes:
- Antonio Toral, 1h42´28´´     6ºGral-1ºM30.
- Miguel García, 1h47´07´´     19ºGral-6ºM35.
- Diego Vazquez, 1h50´30´´     37ºGral-3ºM45.
- Juán M. Carrión, 1h51´02´´     40ºGral-15ºM30.
- Octavio Paya, 1h51´09´´     45ºGral-8ºM35.
- José M. García, 1h56´05´´     65ºGral-14ºElite.
- Alfonso García, 1h56´05´´      66ºGral-12M35.
- Juán F. Lozano, 2h10´06´´     156ºGral-34ºElite.
- Juán A. Fernández, 2h28´26´´     272ºGral-59ºElite.

Diego Vazquez, tercero en Master 45
Antonio Toral, primero Master 30

Fotos ya disponibles en nuestra GALERÍA!!!

Mahora: nos vemos en el lugar de costumbre a las 7h para salir a las 7h10´, os he enviado a vuestro correo una presentación power point con el recorrido de este año.

    

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